Dicen que en Baja California Sur las mejores pláticas no se dan en los despachos, sino bajo una palapa y con carne asada al centro. Y así fue. Ayer, en Los Cazadores se armó la reunión de amigos en la que el protagonista fue nada más y nada menos que Christian Agúndez Gómez, alcalde de Los Cabos, quien llegó hasta La Paz para convivir con su gente en un ambiente cien por ciento auténtico.
Desde temprano se notaba que no sería una tarde cualquiera: las hieleras llenas, guisos en la lumbre y la música de fondo crearon el escenario perfecto para un encuentro donde lo político se mezcló con lo social, como suele pasar cuando la gente se junta con ganas de compartir más que discursos.
Y vaya que la respuesta fue grande. Más de mil personas acudieron al llamado de los amigos y amigas de La Paz, quienes organizaron este convivio sin más pretensión que reunirse, saludar al alcalde cabeño y, claro, mostrarle que no está solo en los retos que vienen. Porque aunque 2027 parezca lejos, en política los tiempos se mueven más rápido de lo que marca el calendario.
Lo interesante es que entre los asistentes hubo caras conocidas, incluyendo a exintegrantes del grupo político de Manuel Cota Cárdenas, quienes hoy —por convicción o por afinidad— se suman a la simpatía hacia Christian Agúndez. Un detalle que no pasó desapercibido y que muchos leyeron como una señal de cómo se van moviendo las piezas rumbo a los próximos años.
La reunión en Los Cazadores fue una de esas que comienzan como taquiza y terminan siendo termómetro político. Pero, sobre todo, dejó claro que el alcalde de Los Cabos tiene amigos, respaldo y, lo más importante, un estilo que conecta con la gente.
Fue un encuentro entre amigos, sí, pero con un mensaje claro: el proyecto de Christian Agúndez sigue sumando simpatías y voluntades.

